No educar a las niñas puede costarle a los países hasta 30 billones de dólares en pérdidas

Apostar por la educación de niñas y mujeres representa sin duda una apuesta por la transformación de sus vidas, impulsando el desarrollo y la sostenibilidad de las sociedades en las que viven, permitiéndoles desarrollarse como personas, salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimiento económico.

 

En el caso de las niñas de África Subsahariana, invertir en su educación podría representar un 25% de productividad en el sistema agrícola de esa región. El poder incentivar a estas comunidades con proyectos educativos de calidad transformaría sus vidas, suponiendo una mejora de su salud y de la de sus familias, saber cuáles son sus derechos, tener oportunidad de acceder a un empleo digno y bien remunerado, tener derecho a decidir contraer matrimonio o, cómo y cuándo ser madres. Las niñas que no asisten a la escuela tienen seis veces más de posibilidades de casarse, por lo que la escolarización es un factor clave para el futuro.

 

Sin educación se les priva de ser ciudadanas con voz en su sociedad. Educar a las niñas y a las mujeres tiene innumerables beneficios: por cada año de educación de la madre, su hija o hijo pasará 0,32 años más en la escuela; si todas las mujeres en los países de ingresos bajos y medianos completaran la enseñanza primaria, la tasa de mortalidad de sus hijos menores de 5 años se reduciría un 15%, si completaran la educación secundaria, se reduciría un 49%, lo que equivaldría a unos 2,8 millones de vidas salvadas; si todas las niñas completan la enseñanza primaria en África Subsahariana y Asia Meridional y Occidental, la cantidad de niñas que están casadas al cumplir 15 años se reduciría en un 14% y con educación secundaria completa se casarían un 64% menos de niñas.

 

El informe del Banco Mundial titulado Oportunidades Perdidas: El alto costo de no educar a las niñas, presentado con el apoyo de Children’s Investment Fund Foundation, Global Partnership for Education y Malala Fund, señala que las barreras para completar 12 años de educación (en promedio) les cuesta a los países entre $15 y $30 billones de ganancias y productividad perdida.

 

Permitir que las niñas y mujeres se puedan escolarizar amplía la gama de beneficios sociales y económicos tanto para las niñas como para sus hijos y sus comunidades. Por consecuencia eliminaría casi en su totalidad problemas como: el matrimonio infantil, las altas tasas de fertilidad en un tercio en los países con un alto crecimiento de la población, la mortalidad infantil y la malnutrición. Malala Yousafzai, manifestó que “Más de 130 millones de niñas no pueden convertirse en ingenieras o periodistas o directoras ejecutivas porque la educación está fuera de su alcance, por consecuencia nuestro mundo pierde millones de dólares que podrían fortalecer la economía mundial, la salud pública y la estabilidad”. Y finalizó agregando que “Este informe es una prueba más de que no podemos permitirnos retrasar la inversión en las niñas”.

 

Puedes consultar el reporte detallado del Banco Mundial a través de este enlace: http://bit.ly/2JKcLd6